11/12/07

laberintos


El inconsciente como un monstruo agazapado en el fondo de un laberinto.
¿Comprender los sueños? En ellos el que duerme
se ve confrontado a la elección
angustiante de tener que tomar un camino en medio de un laberinto
de prohibiciones. Es necesario aprender a pensar en el laberinto:
una de las mejores maneras de minar el tiempo, algo así como
la combinación de una caja fuerte, con un código espacial y mental,
como un rito de iniciación. Vendría a ser la ruta seguida por el alma,
el viaje interior de un hombre en busca de su verdad: ¿nomadismo virtual?
El tiempo no se escurre en una sola dirección, sino que se expande,
como el agua en un laberinto, con vaivenes, espirales y callejones,
proximidades lejanas y engañosas distancias.